Esta palabra, 'kangen', me encanta, me encanta tanto que la he aplicado a mi vida literalmente porque significa "de vuelta al origen". Qué bueno sería volver a tener esas cosas que teníamos antes, una comida de más calidad, un agua de más calidad, una mejor calidad de vida.

Yo he elegido la palabra 'jartible' porque me gusta mucho el habla de Cádiz.

Yo he elegido la palabra 'gorila' porque desde pequeño me gusta mucho ese animal.

Para mí la mejor palabra es 'amor', porque es un sentimiento muy bonito.

Mi palabra es 'capacha'. Además de ser un recipiente de esparto, en Cádiz este vocablo hace referencia a los que "iban desde Chiclana y otros pueblos, hombres en bicicleta a trabajar...".

La palabra que he elegido es 'pirata'. El porqué es fácil: me recuerda a juguetes que tenía de pequeño y por lo tanto a la infancia, ¡muy feliz! También me gusta la expresión “qué pirata eres”, donde la pillería y la astucia van de la mano.

Mi palabra elegida es 'serendipia'. Siempre me ha parecido curiosa esta palabra, es bonita y parece como si formara parte de un juego. Una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental, casual, o cuando se está buscando una cosa distinta.

Yo he elegido la palabra 'racataplán', porque desde chico la he escuchado para referirse a las caballas con fideos.

Mi palabra favorita es 'babucha' porque me recuerda a las abuelas que siempre nos cuidan y nos dan tanto amor incondicional. Es un término muy cálido y que me da 'calor hogareño'.

Mi palabra preferida, seguro que por deformación profesional, es 'paparrucha'. No sé por qué seguimos hablando de ‘fake news’ cuando tenemos en el diccionario esta maravillosa y sonora palabra en nuestra lengua para hablar de las noticias falsas y desatinadas que se propagan. Y lo bonica que es además.